El pasado lunes 21, tres embarcaciones Hovercraft del
componente naval del Vraem, encontrándose en operaciones de control fluvial en
el río Apurímac (altura centro poblado Puerto Palmeras, Satipo, Junín), fueron
atacadas desde un lugar boscoso de tierra con armas de largo alcance. En este
execrable ataque narcoterrorista que fue inmediatamente repelido por personal
de abordo, lamentablemente falleció en acto del servicio a la Patria el Oficial
de Mar 2°. Gustavo Valladares Neyra, quedando otros tres tripulantes heridos. El
río Apurímac es permanentemente custodiado en operaciones de vigilancia por la
Marina, especialmente en las zonas adyacentes donde existe alta producción de
cocaína a fin de evitar el tránsito fluvial de droga o de insumos químicos.
Es muy preocupante que en el Vraem, durante el
presente año, además del último ataque al personal de Marina, se produjeron otros
tres ataques narcoterroristas, uno en marzo, en Huanta, Ayacucho (dos fallecidos
del Ejército y un policía), y en octubre dos ataques, el 20 en ruta del Vraem a
Pangoa (un fallecido del Ejército) y el 30 de octubre en Huanta (dos policías
fallecidos), sin embargo, detrás de estos ataques estarían involucrados
narcotraficantes en alianza con los terroristas que operan en el Vraem, y lo
habrían hecho por venganza debido a que patrullas del Ejército y Policía el 19
de junio incautaron 1.5 toneladas de cocaína en La Convención, Cusco,
deteniendo a 15 personas, y una semana después allanaron un laboratorio de
producción de cocaína en la quebrada Parhuamayo, Huanta, Ayacucho, y detuvieron
a 6 narcoterroristas pertenecientes a una columna que es brazo operativo del
cabecilla terrorista Víctor Quispe Palomino “José”, incautándoles armas,
municiones y droga.
Bajo este panorama, todos los integrantes de las FFAA y PNP caídos en estos actos narcoterroristas han dado su
vida por la Patria y deben ser reconocidos por todos los peruanos, y los que
continúan seguirán luchando con la moral muy alta. El peligroso incremento de ataques y emboscadas en el Vraem demuestra que,
con recursos del narcotráfico, los terroristas se están recomponiendo y
mejorando su capacidad para ejecutar acciones armadas. Es prioritario que el
Gobierno actúe aumentando la presencia del Estado mejorando la situación social
y condiciones de vida, además, en el campo militar, debe mejorarse el sistema
de inteligencia estratégica, reforzar las medidas de seguridad en
desplazamientos, uso de aviones no tripulados (UAV) y destinar
mayores recursos para mejorar el equipamiento, armamento y comunicaciones para
el combate al narcoterrorismo en esa convulsionada zona.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el
diario EXPRESO, fecha 26 de diciembre de 2020