Artículos de opinión de Alfredo Palacios Dongo

ECONOMÍAS ILEGALES Y LA GRAVE AMENAZA QUE REPRESENTAN PARA NUESTRO PAÍS




Las economías ilegales son actividades delictivas realizadas por grupos o redes estructuradas que actúan en pacto con la violencia y la corrupción para obtener beneficios financieros o materiales, funcionan aliándose con gente corrupta en los ámbitos estatal, político, policial, judicial o aduanero, aprovechando la fragilidad institucional, el abandono de fronteras, concretando sus acciones a través de testaferros, empresas pantalla, blanqueo de capitales, lavado de activos, donaciones encubiertas, defectos y vacíos de la legislación, poca fiscalización y control del movimiento de dinero ilegal, alta informalidad y una desmesurada impunidad.

 

Según información de La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), las 5 economías ilegales que más afectan nuestro país son: la minería ilegal de oro (US$4,000 millones anuales), trata de personas (US$1,300 millones), tráfico ilícito de drogas (US$1,200 millones), tala ilegal de madera (US$880 millones) y extorsión (US$750 millones), le siguen, contrabando, pesca ilegal, tráfico de terrenos, piratería (software) y tráfico de flora y fauna silvestre, ocasionándonos pérdidas económicas anuales que bordean los US$10,000 millones, equivalentes a entre 3% y 4% del PBI.

 

Las economías ilegales representan una gran amenaza para nuestro país, generan enormes ingresos económicos ilegales para financiar sus actividades criminales, dichos recursos ilícitos no son detectados en el sistema bancario y financiero, distorsionan la economía, generan competencia desleal quitándole incentivos a empresas legales y destruyendo el medio ambiente; en la política, pueden penetrar el campo político creando partidos, incluyendo candidatos en listas parlamentarias, financiando campañas, negociando con candidatos ganadores y otros mecanismos que distorsionan la representación política, para que respondan directamente a sus intereses, buscando la continuidad del delito y el refuerzo de la impunidad. Pero lo más grave es que afectan nuestra seguridad nacional, estabilidad social y la democracia, son aliadas al crimen organizado promoviendo el desborde criminal que tanto nos está afectando, desencadenando olas de violencia y criminalidad con asesinatos, extorsiones, sicariato, ajuste de cuentas, secuestros y otros delitos, por tal motivo, el último Índice Global de Crimen Organizado nos posiciona en el sexto lugar entre los países con mayor criminalidad en Sudamérica.   

 

Bajo este panorama, las economías ilegales son cada vez más relevantes en nuestro país, controlan inmensos territorios y sus actividades crecen exponencialmente debido a la inestabilidad política, debilidad institucional, falta de fiscalización y control y la alta informalidad que permiten que se infiltren en los niveles de gobierno a nivel nacional. Estas actividades ilícitas deben ser enfrentadas con estrategias integrales, eficaces políticas públicas y máximo control, seguimiento y persecución por la Unidad de Inteligencia Financiera, la Contraloría, la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria, la Policía Nacional, el Ministerio Público, el Poder Judicial, además, para combatirlas, debe imponérseles sanciones muy drásticas y efectivas.

 

Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 13 de setiembre de 2025

 


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