Carlos Paredes Lanatta, nombrado en abril 2019 como decimosegundo presidente del directorio de Petroperú desde 2014 que se inició el Proyecto de Modernización de la Refinería de Talara (PMRT), en el CADE-2019 expuso “El caso Talara” explicando que cuando se firmó en 2014 el contrato con la empresa española Técnicas Reunidas ésta se encargaría de construir las unidades de proceso (avance actual 92.7%) pero la asignación de unidades auxiliares demoró 3 años (avance actual 47.9%) causando enormes costos que casi paralizaron las obras, con destrucción de valor de US$1,650 millones.
El aumento de capacidad de refinación de petróleo de 65 mil a 95 mil barriles diarios (bpd) lo definió como un “elefante blanco” porque según él la refinería debió ser más grande y con mayor inversión porque al concluir los trabajos (2021) debemos seguir importando productos refinados, su reto era convertir este “elefante blanco” en un “elefante negro” refiriéndose al petróleo y al fortalecimiento patrimonial de la empresa. El problema es que tenemos una demanda actual del mercado de 200 mil bpd y nuestra producción es muy baja (50 mil bpd) para refinar, lo que nos obliga a importar 150 mil bpd, además, el Oleoducto Norperuano (ONP) que en 1980 transportaba 130 mil bpd actualmente ha disminuido a 13 mil (10%).
Cuando se firmó el contrato (2014) su costo era US$ 3,919 millones, pero en 2019 aumentó hasta US$ 4,700 millones por sobrecostos (en 2017 Petroperú informó un costo de US$ 5,400 millones). Hasta comienzos de 2020 se han invertido US$ 2,600 millones pero falta invertirse US$ 2,000 millones de los cuales US$ 1,000 millones deben ser financiados, pero el Ejecutivo ha descartado asumirlo por no estar incluido en el presupuesto 2020. Otro problema financiero es que Petroperú dejará de recibir US$ 75 millones por cierre de la refinería entre diciembre 2019 y marzo 2021 para interconectar nuevas unidades de producción con las existentes, además Petroperú opera a pérdida el ONP que es prioritario cuando empiece a operar el PMRT.
Bajo este panorama, ninguna empresa privada hubiera ejecutado este proyecto por su elevadísima inversión y baja y dudosa rentabilidad debido a que en el largo plazo (20 años) deben recuperarse alrededor de US$ 5,000 millones, lo cual, según estimaciones (Unidad de Análisis Económico de El Comercio), en un escenario optimista y considerando la capacidad total de refinación (95 mil bpd) la inversión se recuperaría en 31 años, lo cual no es rentable.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 8 de febrero de 2020