La
apología al terrorismo es un antiguo tema que debatimos circunstancialmente
cada vez que los terroristas de Sendero Luminoso (SL) y sus seguidores se
manifiestan en acciones de apología con defensa y alineación como en la
reciente “marcha fúnebre” en Comas con cánticos y pancartas y el caso del mausoleo
construido sin autorización en dicho distrito donde rinden culto a sus muertos ante
la pasividad de nuestras autoridades, porque los cuerpos ya debieron ser
trasladados y el mausoleo derrumbado. La presidenta de la Comisión de Defensa
del Congreso, Luciana León, anunció la revisión de leyes contra este delito
porque los terroristas “le sacan la vuelta”, así, el congresista Carlos Tubino presentó
el pasado día 13 el proyecto de ley 611/2016-CR para modificar el inciso 2 del
artículo 316 del Código Penal incluyendo la exaltación, justificación o
enaltecimiento del delito o de persona condenada por terrorismo.
Sin
embargo hace muchos años venimos tratando este delito sin resultados porque no
existe ninguna sentencia condenatoria. El 3 enero 2003 el Tribunal
Constitucional declaró inconstitucional el artículo 7 del Decreto Ley 25475 (Expediente
N° 010-2002-AI/TC) por constituir una violación a la libertad de información y
expresión, además representar una expresión innecesaria de sobrecriminalización
al encontrarse vigente el artículo 316 del Código Penal. Con DL N° 924 (19
febrero 2003) se reformó dicho artículo incrementando las penas (6 a 12 años)
si la apología se hace del terrorismo o de condenados (autor o partícipe) y con DL N° 982 (22 julio 2007) aumentaron
las penas (8 a 15 años) si la apología se realiza en medios de comunicación o
internet.
Bajo
este panorama, la apología al terrorismo, a la violencia y a cabecillas
terroristas cruza los límites permisibles dentro de un Estado de derecho. Es
inconcebible que no exista ningún sentenciado por este delito a pesar de que
seguidores de SL hayan utilizado todas las formas posibles de apología, desde
mensajes proselitistas y prédicas violentistas en páginas web creadas en
internet con homenajes a héroes caídos y desfiles de presos en cárceles, bloqueos
de carreteras para adoctrinar pobladores, grupos pro senderistas en
universidades luchando por la amnistía general y libertad de presos políticos
(léase terroristas), profesores haciendo apología con estudiantes, marchas
rindiendo culto a sus muertos con exaltaciones de violencia y hasta un mausoleo
donde rinden culto y enaltecen a sus muertos.
Artículo de Alfredo
Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 19 noviembre de 2016