Durante las
actividades desarrolladas en la Cumbre APEC Perú 2016 el presidente Pedro Pablo
Kuczynski, manifestó que al reunirse en Palacio de Gobierno con el primer
ministro de Japón, Shinzo Abe, le pidió apoyo para el ingreso del Perú a la
Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) quien tomó nota
de tal deseo para iniciar conversaciones “a su debido tiempo”, el presidente
peruano también conversó con los primeros ministros de Canadá y Nueva Zelanda
quienes le manifestaron su apoyo a esta aspiración, y hasta el presidente de EE
UU, Barack Obama, resaltó la voluntad de Perú de integrar esta organización, sin
embargo, esta adhesión que Perú aspira alcanzar para el Bicentenario depende no
solo del apoyo unánime de los 34 países miembros, sino principalmente en cumplir
con sus indicadores de desarrollo. Los países miembros de OCDE cuentan con
altos estándares de transparencia, productividad e inclusión que en su conjunto
producen 67% de bienes y servicios del mundo y representan 70% de la economía
global.
Esta organización nos consideró en enero 2015 en un “Programa País” (que
concluye este diciembre) justamente para apoyar la elaboración de reformas
económicas, sociales e institucionales y políticas públicas que debería llevar
a cabo nuestro país, y ya hemos recibido sus informes, documentos y dos estudios
multidimensionales (octubre 2015 y agosto 2016) que diagnostica nuestras
restricciones y barreras. Al culminar dicho Programa País se esperaría que
continuemos con una hoja de ruta o programa formal de acceso para
posteriormente ser considerados como invitados.
Pero si aspiramos ingresar a la OCDE al 2021 debemos ejecutar reformas
institucionales y diseño de políticas públicas de calidad. Nuestro crecimiento
debe ser inclusivo e incluyente (con un PBI per cápita de US$ 6,300 no llegamos
ni a la tercera parte del promedio de países miembros), en educación y
habilidades requerimos formar jóvenes para alcanzar empleos de calidad, también
estamos muy lejos del promedio en salud, energía, gasto público, innovación y
preparación tecnológica, lo mismo en mercado laboral, infraestructura de
transporte y portuaria y logística, gobernanza e instituciones, ordenamiento
territorial y protección ambiental, todo lo cual repercute en nuestros bajos niveles
de productividad (30% del promedio OCDE) y diversificación de la economía, elevada
desigualdad e informalidad laboral (70%). Para enfrentar esta situación es
indispensable ampliar la base impositiva, mejorar el sistema tributario y
fortalecer la institucionalidad y confianza del Estado.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo
publicado en el diario EXPRESO, fecha 26 de noviembre de 2016