En febrero
pasado la Dirección Antidrogas (Dirandro) frustró, en dos intervenciones (los
días 12 y 27), el envío de 390 kg de cocaína a EE UU, España y Holanda desde el
Terminal Marítimo del Callao en contenedores bajo la modalidad de “gancho
ciego” (violentan los sellos de seguridad) y una vez “preñado” (introducción de
la droga) clonan dichos sellos. Esta acción solo puede ser concretada por narcotraficantes
en combinación de trabajadores portuarios, agentes aduaneros y policías. Según
investigaciones de la Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración
Tributaria (Sunat) hasta 300 trabajadores portuarios tienen antecedentes por
tráfico de drogas y otros delitos.
El gobierno no
toma conciencia de esta grave problemática y los candidatos presidenciales solo
hablan de generalidades. Según la Cepal, en 2014 el Callao, con 1’992,473 TEU
(contenedores de 20 pies) fue el 6° puerto con mayor movimiento (unos 5,500
diarios) los que no pueden ser verificados por falta de escáneres y equipos de
control, efectuándose solo 5% de aforos aleatorios por falta de personal.
Nuestro país es
el mayor productor de cocaína del mundo, y aunque la última cifra oficial de
2008 registró 302 TM, según proyecciones actualmente estaríamos produciendo entre
350 y 420 TM, de éstas, unas 320 TM son exportadas por narcotraficantes y 120
TM saldrían vía marítima por el puerto del Callao, pero increíblemente en 2015
solo 0.7 TM (0.38%) fue detectada en contenedores y decomisada por la policía.
Ahora la Sunat
recién se acuerda de la droga camuflada en contenedores y según el intendente
de gestión y control, Gustavo Romero, se busca frenar su salida impulsando una
certificación internacional que fija controles más estrictos a envíos al
exterior. Debe recordar el intendente que la Sunat tiene como objetivo
estratégico institucional garantizar la seguridad de la cadena logística y
desde octubre 2015 asumió la presidencia del Grupo de Trabajo del Marco SAFE,
iniciativa de la Organización Mundial de Aduanas (OMA), según la cual las
administraciones aduaneras deben efectuar control y análisis de riesgos de los
contenedores antes de ser embarcados, y además, deben aplicar un programa de
inviolabilidad de sellos de seguridad, lo cual no se realiza.
Asimismo, existe
un Programa Global de Control de Contenedores de UNODC – OMA cuyo objetivo
principal es combatir los delitos en contenedores mediante inspecciones basadas
en criterios científicos y objetivos que podríamos implementar, pero
lamentablemente nadie se preocupa.
Artículo de Alfredo
Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 5 de marzo de 2016