Estamos
a menos de 9 meses de nuestras elecciones generales (12 abril 2026), y no nos
encontramos exentos de intervenciones de frentes multinacionales como el Foro
de Sao Paulo (FSP), creado en 1990 por Fidel Castro y Lula da Silva, y agrupa
movimientos y organizaciones de la izquierda latinoamericana con unos 130
partidos de izquierda radical, entre ellos, los partidos peruanos: Comunista-Patria
Roja, Perú Libre, Humanista, Socialista, Nacionalista y otros sectores
comunistas. Este FSP tiene una agenda muy definida para enfrentar al modelo
neoliberal, y principalmente entrometerse en los procesos internos, sirviéndose de la democracia y usando el escenario electoral buscando imponer sus
modelos de gobiernos izquierdistas y llegar al gobierno
con proyectos de poder radicales e instaurar regímenes totalitarios para
cambiar las constituciones y promover cambios políticos, económicos, sociales y
culturales, como en Cuba, Nicaragua o Venezuela.
Recordemos
que en las elecciones generales 2011 el FSP respaldó públicamente la
candidatura de Ollanta Humala financiándola económicamente, y en 2021 saludó a Castillo como “nuevo presidente”
sin tenerse resultados finales, e inclusive, durante el proceso electoral, la
Internacional Progresista (IP) se movilizó activamente utilizando observadores propios
apoyándolo para que llegue al poder y utilice proyectos
totalitarios para instaurar el comunismo como alternativa emergente, en este
sentido, el FSP logró que Castillo empiece a adoptar muchas de sus tesis
programáticas. También, el Foro declaró, en un comunicado, que Vladimir Cerrón
era víctimas de “persecución política” en el Perú.
En
los encuentros anuales del FSP (el último fue el XXVII en junio 2024, en
Honduras, Tegucigalpa) son reiterativos los llamados a los partidos políticos
de izquierda y movimientos sociales para que asuman la unidad de acción más
amplia posible, trabajar en formación y conciencia política y fortalecer y
diseñar estrategias que contribuyan a la consolidación de la izquierda
progresista a nivel global, y no cesar en la lucha por alcanzar en América
Latina y el Caribe una mayoría de gobiernos integrados por fuerzas políticas y
movimientos sociales izquierdistas progresistas, coordinando acciones,
patrocinándolos y financiándolos para que capturen los gobiernos.
Bajo
este panorama, el FSP representa un rol desestabilizador y una gran amenaza a
las democracias ideológicamente opuestas en la región. En nuestro país, por su
importante posición geopolítica busca consolidarlo a las izquierdas del
continente para implantar el “Socialismo del Siglo XXI” que limita la libertad
política y restringe la pluralidad ideológica. Los peruanos demócratas debemos
evitar que en las elecciones 2026 pueda llegar al poder el oscuro eje de la
izquierda radical y devastar nuestro futuro, por el contrario, votemos por un
gobierno democrático que actúe para que la población tenga un alto grado de
libertad civil y política, y exista libertad de empresa, expresión y que genere
paz y estabilidad.
Artículo
de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 19 de julio de
2025