Los peruanos tenemos la
plena seguridad que Grau y los tripulantes del Huáscar que defendieron nuestra
soberanía nacional, ofrendaron sus vidas y cayeron en combate, no permitirían jamás
que se pida la devolución de nuestro emblemático monitor, ellos quisieron
hundirlo en la madrugada del 8 de octubre frente a Punta Angamos; tras la
muerte de Grau y el resto de oficiales, el último comandante a cargo del Huáscar, el teniente primero Pedro
Gárezon, dio la orden de abrir las válvulas de fondo y hundirlo, pero
lamentablemente, cuando su interior ya se encontraba con una inundación de 4
pies, los chilenos lo abordaron y rescataron, usándolo posteriormente contra
nuestro país como parte de la flota chilena, pero sin Grau y su tripulación el
Huáscar fue tan solo un monitor de construcción británica hasta que en 1900 fue
dado de baja y usado como museo marítimo flotante en el puerto de Talcahuano.
Bajo este panorama la
absurda propuesta del candidato Lescano no solo es una afrenta a nuestra
historia, sino que, además, no nos haría merecedores de la dignidad y honra que
nos legaron nuestros héroes. Dejemos al Huáscar donde está, nuestro héroe
aseveró “Os puedo asegurar que, si
el Huáscar no regresa victorioso, yo tampoco he de regresar”, este
buque, sobre el cual se ejecutaron los mayores actos de heroísmo de nuestro
Gran Almirante Grau y su tripulación que jamás se han hecho en ningún otro
blindado del mundo, nunca dejó ni dejará de estar con nosotros, en nuestras
mentes y nuestros corazones, en nuestros sueños y aspiraciones, y en lo más
profundo de todos los peruanos.
Artículo
de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 27 de marzo de
2021