En febrero 2007
se aprobó una estrategia de “preferente interés nacional”
para promover y elevar el desarrollo, situación socioeconómica y calidad de
vida en el Valle de los ríos Apurímac. Ene y Mantaro (Vraem) con presencia e
intervención del Estado (DS-003-2007-DE) para reducir los cocales ilegales
y la producción de droga, pero 5 años después, sin resultados positivos, fue
derogada y reemplazada por otra estrategia con similares prioridades para el
Vraem (DS-074-2012-PCM), también sin resultados que destacar. Se perdieron
muchos años y no mejoró la situación en este convulsionado Valle, seguían aumentando
considerablemente cultivos ilegales de coca y producción de cocaína.
En junio 2017, siendo presidenta
de la Comisión Nacional para
el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Carmen Masías Claux, se aprobó la primera Estrategia
Nacional de Lucha Contra las Drogas 2017-2021 elaborada por esa Comisión (DS-061-2017-PCM). El objetivo principal de Masías era reducir el total de
cultivos ilegales de las zonas cocaleras a 25,000 hectáreas (existían 50,000),
inclusive Devida proyectaba el 2018 para inicio de erradicación en el Vraem,
pero nunca se ejecutó. En julio 2018 Rubén Vargas Céspedes reemplazó a Masías y
presentó la “Estrategia Vraem 2021” (DS-102-2018-PCM) también enfatizando el
desarrollo social y económico sostenible del Vraem. Vargas renunció a Devida el
15 noviembre 2020 dejando muchos temas sin aclarar, siendo reemplazado 11 días
después por Fidel Pintado Pasapera.
Bajo este panorama, Devida,
responsable de diseñar y conducir la Política Nacional
de Lucha Contra el Tráfico Ilícito de Drogas y formular, diseñar y proponer la
Estrategia Nacional de Lucha Contra las Drogas debería aclarar la incoherencia por la existencia de dos
estrategias vigentes hasta fines de 2021 y aunque en ambas prevalece la
atención al Vraem, esta convulsionada zona no ha mejorado. También, porque desde
2018 no se publican Monitoreos de Cultivos Ilícitos de la Oficina de Naciones
Unidas contra la Droga y el Delito; según Devida al 2019 existen 54,655
hectáreas lo cual difiere enormemente de las 72,000 que registra la Oficina de
Política Nacional para Control de Drogas de EE.UU (ONDCP), además, debe explicar
porque no tenemos cifras oficiales de producción de cocaína desde 2008 (eran 302
toneladas), en la recién promulgada Política Nacional Contra las Drogas al 2030
(DS-192-2020-PCM diciembre-2020), se registra una producción estimada de
cocaína al 2017 de 411 toneladas, pero según ONDCP para dicho año fueron 491
toneladas y en 2019 produjimos 705 toneladas, elevadísima cifra que representa
41.5% de las 1,700
que se producen a nivel mundial.
Artículo
de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 9 de enero de
2021