La Estrategia
Nacional de Lucha Contra las Drogas 2011-2016 del anterior gobierno se
encuentra fuera de vigencia desde diciembre pasado y aún desconocemos la Estrategia
2017-2021 de este gobierno, el cual está actuando contra el narcotráfico sin haber
presentado su política, objetivos estratégicos, líneas de acción, programas, metas,
y recursos para financiarla. Carmen Masías, actual presidenta ejecutiva de la
Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), encargada de
diseñar y conducir la política nacional de lucha contra las drogas, fue quien formuló
la Estrategia Nacional 2011-2016 del gobierno de Humala, pero fue destituida en
mayo 2014, y ahora, paradójicamente, es encargada de elaborar la Estrategia
Nacional 2017-2021 del actual gobierno, a pesar que el presidente Kuczynski,
cuando era candidato, anunció la desactivación de Devida.
Sobre la
estrategia 2011-2016, aunque el ex presidente de Devida, Alberto Otárola, enfatizó
que se “alcanzaron absolutamente los objetivos y se batieron todos los récord”,
los resultados fueron desastrosos, no se erradicó en el Vraem argumentándose reconversión
de cultivos, lo cual fracasó, y en esta convulsionada zona aumentan en cantidad
y calidad los cultivos abarcando casi la mitad del total nacional (45.5%) articulados
a la producción y tráfico de drogas con 30 mafias identificadas, tampoco se cumplió
la meta de disminución de la hoja seca, principal insumo para elaboración de
cocaína por lo cual seguimos siendo el principal país productor en el mundo, la
última cifra oficial 2008 fue 302 TM y actualmente se calcula entre 350 y 450
TM (en 2015 solo se decomisaron 8.5.TM), la incautación de insumos químicos es
mínima y la cantidad de cultivos erradicados difieren entre los últimos datos
de la ONU (40,300 has) y la Oficina de Control de Drogas de EE UU (53,500 has).
Bajo este
panorama, a pesar que no existe aún la Estrategia 2017-2021, para el ministro
de Defensa, Jorge Nieto, el Vraem y la lucha contra el narcotráfico serán
prioridades de su gestión, y, según Masías, basará la Estrategia en “lecciones
aprendidas”. De todas formas, es indispensable ejecutar programas de
desarrollo, social y alternativo en las zonas cocaleras, priorizando el Vraem,
con acciones complementarias de erradicación de cultivos ilícitos, y para ello
se requiere que el gobierno incremente sustancialmente los recursos (US$ 300
mil en 2015) para combatir el flagelo del narcotráfico que mueve hasta US$ 7,000
millones anuales en nuestro país.
Artículo de Alfredo
Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 4 de febrero de 2017