El
pasado 11 de noviembre nuestro canciller, Ricardo Luna, aseguró que no existen
problemas limítrofes con Chile, “ni en el mar ni en la tierra” y “no hay de que
preocuparse” a pesar de que existe un tema muy sensible que el gobierno no
quiere enfrentar sobre el triángulo terrestre (37,610 m2), un territorio que
nos pertenece plenamente pero Chile no lo reconoce como peruano a pesar que el
Tratado de 1929 establece que “la frontera entre los territorios de Perú y
Chile partirá de un punto de costa que se denominará Concordia” representado
por el Hito 1 (orilla del Mar) y fijado por una Comisión mixta ad hoc (28 abril
1930) a distancia prudencial para evitar su destrucción por oleaje.
En
marzo 2001 Chile instaló una caseta de vigilancia invadiendo dicha área pero la
protesta peruana obligó a retirarla. El punto Concordia se encuentra incluido
en nuestra ley 28261 de Líneas de Bases del Dominio Marítimo (3 de noviembre
2005). En diciembre 2006 Chile trató de usar el hito 1 en la creación de la XV
Región Arica-Parinacota, no logrando su cometido, y en el marco de la demanda
boliviana contra Chile en la Corte de la Haya (24 abril 2013), en sus alegatos
Chile, desconociendo el punto Concordia, presentó un mapa que señala como Punto
1 el inicio de la frontera con Perú. Además, sobre el fallo de La Haya por
nuestra demanda marítima (27 enero 2014), Chile asegura que la Corte decidió a
su favor sobre la soberanía del triángulo terrestre, lo cual fue desvirtuado
por la misma Corte, finalmente el 7 noviembre 2015 se crea en Tacna el distrito
La Yarada-Los Palos que incluye el triángulo terrestre.
Bajo
este panorama, el pasado 29 de noviembre el presidente peruano Pedro Pablo
Kuczynski y su homóloga chilena Michelle Bachelet suscribieron una declaración
conjunta sobre temas de interés común (hasta la voluntad de proveerle
electricidad y gas a Chile), y según nuestro Canciller, Ricardo Luna, entre
Perú y Chile confluyen factores favorables para dinamizar y potenciar la agenda
común, pero nada de esto se debería concretar si Chile, sin respetar las
obligaciones pactadas en el Tratado de 1929, insista en desconocer
unilateralmente el triángulo terrestre como peruano, asegure que le pertenece
soberanamente y hasta señale que se encuentre minado, lo cual el gobierno
peruano jamás debe aceptar ni soslayar.
Artículo de Alfredo
Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 10 de diciembre de 2016