Es increíble
que solo 0.5% de nuestro inmenso mar (1’140,000 km2) está protegido bajo la
figura de Áreas Naturales Protegidas Costeras que pertenecen al ecosistema
corriente de Humboldt, desde Cabo Blanco hasta Tacna (reserva Paracas, reserva de
islas, islotes e islas Guaneras y reserva San Fernando) pero ninguna existe en
el norte, en el ecosistema del Mar Pacífico Tropical Peruano (MPTP), donde actualmente se proyecta la creación de una
zona reservada de 116,139 hectáreas que abarca Isla Foca, El Ñuro, arrecifes
Punta Sal y Banco de Máncora y donde convergen 2 corrientes marinas, la peruana
(o de Humboldt) y la del Pacífico Tropical, generando una gran biodiversidad y proveyendo
70% de recursos hidrobiológicos de consumo humano directo al país.
La propuesta de
creación de dicha zona reservada viene desde 2010 y en 2013 se presentó el
expediente técnico que aún se encuentra en el Comité de Coordinación Viceministerial
para posteriormente ser presentado al Consejo de Ministros, y de ser aprobado,
sería promulgado con Decreto Supremo por el presidente, posteriormente se
determinaría su extensión y categoría como Área Natural Protegida.
Existe gran pugna
por su creación, para la Sociedad Peruana de Hidrocarburos y empresarios del
sector petrolero traerá inestabilidad en inversiones y contratos de exploración
y explotación petroleros, también para la ministra de Energía y Minas impediría
nuevas concesiones petroleras en el norte, y según Perupetro deben realizarse
más estudios del potencial de biodiversidad. Contrariamente, a favor, están los
ministros del Ambiente (aseguró su creación en este gobierno) y de Producción, también,
el Defensor del Pueblo, el Senado de EE UU, ONGs ambientalistas y el 91% de la
población según encuesta de IPSOS de febrero pasado. El presidente Humala se
comprometió a promulgarla en Máncora, Talara (8 junio).
Esta zona
marina de gran biodiversidad y productividad pesquera debería convertirse en la
primera Área Natural Protegida del ámbito marítimo porque coadyuvará a proteger
la pesca artesanal y diversidad biológica, al manejo sostenible de recursos
marinos y crecimiento del potencial turístico, también evitará la depredación
indiscriminada, pesca ilegal y de arrastre, y lo más importante, se fiscalizará
con mayor rigurosidad el cumplimiento de normas ambientales de industrias
extractivas (contaminación marina), y de empresas petroleras para que cumplan
los objetivos de conservación marina en actividades de exploración (prospección
sísmica en zona de alta biodiversidad, perforación de pozos submarinos
profundos) y explotación (derrames).
Artículo de Alfredo
Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 23 de julio de 2016