Artículos de opinión de Alfredo Palacios Dongo

PARADOJAS SOBRE NUESTRA QUINUA


Nuestra quinua, conocida como “grano de oro de los andes”, usada en varias culturas preincas y por los quechuas y aymaras, recibió el pasado día 20 en Nueva York una gran promoción debido a que el secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, declaró oficialmente al 2013 como el “Año de la Quinua” para dar a conocer sus beneficios de alto contenido de proteínas, fibra, minerales, vitaminas y aminoácidos, esenciales para una buena nutrición humana.

Según el ministro de Agricultura, Milton Von Hesse, nuestras exportaciones de quinua aumentaron 100 veces en los últimos 10 años gracias al “boom exportador” y la perspectiva de su mayor demanda del exterior –el 2012 se exportaron 10,200 TM, casi la cuarta parte de lo producido– sin embargo, la paradoja es que los quintiles más pobres y las poblaciones más vulnerables de las zonas rurales, donde existe mayor incidencia de desnutrición crónica infantil, no pueden consumirla por su elevado precio en el mercado que alcanza en la capital hasta S/. 14 por kilo y en los comercios de la sierra hasta S/. 10, costo mucho mayor al del pollo, arroz o fideos.

El 16 de noviembre pasado fue lanzado en Puno el “Año Internacional de la Quinua”, lugar se produce el 80% de este grano a nivel nacional (provincias de Chucuito-Juli, Collao-Ilave, Azangaro y San Román-Lampa), lo paradójico es que a pesar de su gran producción, un 12% de niños menores de 5 años sufren desnutrición crónica, pero por su elevado precio, es inalcanzable para su consumo y el de su población.

También el ministro de Agricultura ha manifestado que “los productores están felices por este boom exportador de la quinua”, sin embargo es paradójico que una gran mayoría de éstos reciban paupérrimas ganancias (muchos son informales y sus limitaciones económicas les impide formalizarse), y asimismo, no cuentan con tecnología, capacitación, asesoramiento, asistencia técnica y apoyo logístico adecuado y oportuno, ni con máquinas, equipos y herramientas apropiadas  para la trilla, selección y clasificación de los granos para mejorar la productividad y rendimiento de los cultivos y afrontar este agro negocio.

Bajo este panorama, a pesar que nuestro país presenta todavía índices muy elevados de desnutrición crónica infantil, la producción de quinua nos representa una fuerte debilidad en cuanto a seguridad alimentaria porque existe mayor preocupación en exportarla que en promover su consumo interno, lo cual garantizaría una alta nutrición y  buena salud alimentaria a nuestra población, especialmente la infantil.

Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 2 de marzo de 2013

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