Artículos de opinión de Alfredo Palacios Dongo

COMITÉS DE AUTODEFENSA ¿REACTIVACIÓN?

Una de las primeras promesas del ministro de Defensa, José Urquizo, al asumir el sector Defensa, fue la reactivación de los comités de autodefensa (CAD), sin embargo, antes de tal anuncio debió haberse tomado un tiempo para analizar la complejidad del tema.

Éstos comités, que apoyaron a las FF AA y policiales en la lucha antisubversiva, fueron abandonados a su suerte hace más de 10 años, no se indemnizó adecuadamente a las familias de sus fallecidos, la mayoría de ellos se ha reintegrado a sus comunidades para control de la delincuencia, y muchos otros podrían haber puesto su experiencia militar a grupos implicados en actividades ilícitas. Además, antes los terroristas asesinaban a los campesinos, ahora los apoyan, especialmente a los cocaleros, que en gran porcentaje integraban los CAD.

Es conveniente analizar la historia. Cuando en 1980 Sendero Luminoso inició la lucha armada en Cajamarca y el Alto Huallaga, algunas rondas campesinas combatían el abigeato. A fines de 1982, cuando los terroristas incursionaban en Ayacucho, Apurímac y Huancavelica, las FF AA intervienen en la lucha antisubversiva consiguiendo la cooperación de la población y formando los primeros comités de defensa civil. En 1984 se constituyó la defensa civil antisubversiva en el Vrae, y en un período de 7 años se llegó a conformar alrededor de 8,000 CAD con unos 500,000 integrantes, siendo reconocidos en 1991 con Decretos Legislativos 740 y 741 y recibiendo unas 16,000 armas defensivas tipo escopetas Winchester, Mooberg y MGR con municiones de uso civil, siendo asesorados, apoyados y controlados por las FF AA bajo responsabilidad del Comando Conjunto.

Entre 1992 y 1994, las FF AA con apoyo de los CAD lograron recuperar muchas comunidades retenidas por los subversivos, y entre 1995 y 1999 se logró desarticular la casi totalidad de los grupos terroristas en el Vrae, pero increíble e irresponsablemente, en los años 2001 y 2002, durante el gobierno de Alejandro Toledo, fueron desactivadas entre 70% y 80% de bases contrasubversivas y se dejó de apoyar a los CAD, argumentándose que la subversión había desaparecido y no había posibilidad de rebrote; esta decisión generó la reagrupación terrorista incrementándose en los siguientes años hasta llegar a la preocupante y peligrosa amenaza actual.

Bajo este panorama y considerando las complejidades expuestas, debe analizarse la conveniencia de reactivar los CAD, tal vez en menor número, con otra visión estratégica y más apoyo, ya que éstos, por su experiencia y conocimiento de la zona de conflicto, podrían apoyar activamente en esta lucha, porque a diferencia de los efectivos militares y policiales, pueden acceder a información y recibir apoyo de los pobladores. El terrorismo no va a terminar mientras que el gobierno, las FF AA y policiales, y la población de la zona, no se unan para hacerle frente.

Artículo de Alfredo Palacios Dongo, publicado en el diario EXPRESO, fecha 26 de mayo de 2012

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