
Según el subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Thomas Shannon, y el Jefe del Comando Sur, almirante James Stavridis, se dispuso reactivar esta flota para fortalecer los vínculos militares en la región, realizar operaciones humanitarias, cooperar en asistencia médica, desastres naturales, temas ambientales y tecnología, además de combatir el narcotráfico; pero según el comandante de Operaciones Navales, almirante Gary Roughead, también combatirá el tráfico de personas y de armas.
Sin embargo, las explicaciones norteamericanas resaltando objetivos “pacíficos y humanitarios” no convencen a los países de la región. El presidente de Brasil ha expresado sus dudas sobre los reales motivos de esta acción: “Descubrimos petróleo en toda la costa y, obviamente, queremos que EE UU explique la lógica de esta flota”. La presidenta de Argentina pidió explicaciones al subsecretario de Estado norteamericano. El Parlamento Amazónico con documento suscrito en Brasilia el 17 de este mes por representantes de Brasil, Bolivia, Colombia, Surinam y Venezuela, advierte que dicha flota representa una amenaza a la soberanía de los pueblos latinoamericanos y amazónicos de América Latina.
En el aspecto geopolítico, es importante resaltar que EE UU decidió la reactivación de su IV Flota –anunciada el 24 de abril pasado– coincidiendo con el proceso de creación de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y del Consejo Sudamericano de Defensa (CSD), organizaciones que excluyen a este país. El ministro de Defensa de Brasil Nelson Jobim, un mes antes de dicho anuncio había manifestado al Consejo Nacional de Seguridad en Washington, que EE UU debería “mantenerse a distancia” de la creación del CSD.
Son muchas las hipótesis que se pueden barajar sobre la reactivación de esta IV Flota Naval casi al final del mandato del presidente Bush, la cual no operó desde hace más de medio siglo, ni siquiera en la época de la Guerra Fría. Entre ellas:
1) Una política para completar su ocupación geoestratégica de los espacios oceánicos en el mundo (las restantes cinco flotas –II, III, V, VI, y VII– están desplegadas en el Atlántico Occidental, Pacífico Oriental, Medio Oriente, Mediterráneo y Atlántico Oriental, y Pacífico Occidental);
2) El petróleo latinoamericano que cubre un tercio de sus requerimientos, pasó a ser importante para su seguridad (mayor consumidor de petróleo del mundo con 21 millones de barriles diarios); y
3) Importancia que le otorga a los recursos naturales, energéticos, hídricos y producción alimentaria de Sudamérica, en un período de gran crisis y escasez.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 26 de julio de 2008