Según
el Ministerio de la Producción (Produce), al cierre de 2024 los desembarques
pesqueros ascendieron a 5.8 millones de toneladas (la mayor parte de
anchoveta) aportando 0.8% del PBI nacional, siendo exportados por
US$3,583 millones, en productos de Consumo Humano Indirecto (CHI) US$2,284
millones (harina y aceite de pescado) y también de Consumo Humano Directo (CHD)
US$1,299 millones (pescados, moluscos y crustáceos), además, increíblemente
importamos anualmente productos congelados (US$180 millones) y enlatados (US$80
millones). Para la primera etapa 2025 Produce fijó el límite de captura
para CHD en 150 mil toneladas (RM-235-2025), aplicada a toda actividad
extractiva artesanal y de menor escala en el litoral, mínima cantidad comparada
a 3 millones de toneladas de anchoveta asignadas para CHI, la más alta en 7
años y la segunda más alta la última década.
El
pasado 31 de julio la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), a través de su
Instituto
de
Estudios Económicos y Sociales (IEES) presentó un informe sectorial sobre la
situación de nuestros recursos pesqueros advirtiendo que nuestra estructura
productiva nacional destina 78.5% de recursos pesqueros al CHI, para exportación
de harina y aceite de pescado, especialmente de anchoveta, destinado a la
alimentación de otros animales y peces de cultivo, consolidándonos como el
principal exportador mundial de este recurso, sin embargo, solo 21.5% de
recursos pesqueros para CHD y abastecimiento de la población, a pesar de su
importancia en la alimentación, en especial de nuestros niños, para combatir la
anemia (43.1% entre 6 y 35 meses) y desnutrición (40% entre 5 y 13
años), por contener aminoácidos esenciales, ácidos grasos omega-3, vitamina A,
minerales y otros (selenio, zinc, hierro, calcio y yodo), aun así, no se
priorizan políticas ni acciones para incrementar su consumo, el cual es
bajísimo (1.5 kg mensual por persona).
Tampoco
se prioriza la acuicultura a pesar del enorme potencial de nuestro país para
desarrollarla, por su diversidad geográfica y climática e importancia para el
desarrollo sostenible del sector pesquero, actualmente representa solo 1.8%
de la producción nacional y desde hace 10 años mantiene una cosecha promedio de
120 toneladas, con participación de 0.1% en la producción mundial, la
más baja entre las regiones del mundo que la desarrollan.
Bajo
este panorama, tenemos gran potencial pesquero por nuestra extensa costa y por
poseer ecosistemas extraordinarios en biodiversidad y productividad, por lo que
deberíamos implementar políticas de Estado para mejorar y fortalecer el CHD
para abastecimiento nacional, potenciar la acuicultura, ampliar y mejorar la
infraestructura (desembarques, sistemas de frío, sanitarios y vías de
comunicación), enfrentar y reducir la informalidad, la pesca ilegal y las
construcciones ilegales de embarcaciones, fomentar certificaciones de pesca
sostenible e incrementar la investigación y desarrollo pesquero.
Artículo
de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 9 de agosto de
2025