La
inseguridad alimentaria significa disponibilidad limitada o incierta de
alimentos con valor nutricional y de inocuidad, lamentablemente, un gran
porcentaje de familias peruanas enfrenta una grave crisis alimentaria
principalmente por limitados recursos económicos para adquirir alimentos de
primera necesidad considerando el excesivo incremento de la canasta básica de consumo
(S/ 446 mensuales por persona), lo cual repercute en la salud y desarrollo
social de nuestra población, especialmente en los niños, que requieren una
alimentación con proteínas de alto valor biológico para no retardar su
crecimiento, actualmente, entre los menores de 5 años, más del 12% padecen de
desnutrición crónica, la mayoría en zonas rurales, igualmente, 43% de niños
entre 6 y 35 meses sufren de anemia, con su sistema inmune debilitado y ocasionándoles
retrasos para caminar y hablar.
Según
el informe “El estado de la sobre seguridad alimentaria y la nutrición en el
mundo 2025 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO), el Perú se posiciona como el país con la mayor prevalencia
en inseguridad alimentaria en Sudamérica registrando que 41% de la población (13.9
millones) enfrentan inseguridad alimentaria por bajos ingresos y precario poder
adquisitivo para obtener alimentos básicos, de dicho total, 4.9 millones
en situación grave (sin comer uno o más días), y 9 millones en situación
moderada (disminución alimentaria en calidad y cantidad).
Y
aunque la presidente Dina Boluarte en su mensaje a la Nación haya subrayado que
la alimentación de los sectores más vulnerables seguirá siendo una prioridad,
y, el ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero, haya resaltado
sobre el impulso de Perú en innovación agrícola y seguridad alimentaria en la
10ª Reunión Ministerial sobre Seguridad Alimentaria de APEC-Korea-2025, contrariamente,
nuestra inseguridad alimentaria continúa siendo alarmante, porque aunque
contamos con la Ley 31315 de Seguridad Alimentaria y Nutricional (reglamentada
con DS 31315, febrero 2024), increíblemente, no tenemos actualizada una
Estrategia Nacional ni un Plan Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional,
y menos, una Estrategia Nacional de Agricultura Familiar. Es decir, no contamos
una Política Nacional definida ni actualizada que oriente estratégicamente el
aseguramiento de la seguridad alimentaria poblacional.
Bajo
este panorama, la seguridad alimentaria es indispensable para satisfacer los
requerimientos nutricionales de la población, el gobierno debe implementar una
política de seguridad alimentaria coherente y sostenible para impulsar la
modernización, capitalización y productividad del campo, incrementando el
soporte institucional y presupuestal, mejorando la producción sostenible y
diversificada de alimentos con tecnología, investigación e innovación, apoyando
sólidamente la agricultura familiar (proveedora del 80% de alimentos que consumimos
los peruanos) en infraestructura, tecnología, acceso al financiamiento y a
mercados, además, mejorando el marco institucional y capacidades de gestión de
seguridad alimentaria en los tres niveles de gobierno.
Artículo
de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 16 de agosto de
2025