Artículos de opinión de Alfredo Palacios Dongo

CALIFICADORAS DE RIESGO SIGUEN ADVIRTIENDO SOBRE NUESTRA FRAGILIDAD ECONÓMICA Y POLÍTICA



En el actual gobierno comunista, tanto durante la primera etapa del corrupto Castillo, como en esta segunda etapa de Boluarte, las calificadoras de riesgo Fitch Ratings, Standard & Poor’s y Moody´s han reducido el cambio de calificaciones a la baja y nos siguen advirtiendo sobre la posibilidad de nuevas mediciones negativas, esto significa reducciones por condiciones adversas para poder cumplir sus obligaciones de deuda, y, para ello analizan tanto la situación de política económica y financiera así como el ámbito político y social.

 

En el caso de Fitch Ratings, su director de Soberanías ha advertido una posible rebaja de su última calificación del 20 de octubre 2022 en que redujo su calificación de perspectiva de inversión en Perú de BBB estable a negativa BBB- (inestabilidad por incertidumbre y exposición a condiciones adversas). Esta nueva advertencia se basa en el deterioro de la estabilidad política del gobierno, la cual no puede ser desligada de la economía, pudiendo incrementarse los riesgos crediticios y con ello el grado de inversión, lo cual afectaría el escenario económico y la inversión privada.

 

En el caso de Standard & Poor’s, su última calificación (BBB-) la presentó el 12 de diciembre 2022 (días después que el corrupto Castillo fuera vacado) y actualmente acaba de señalar una posible rebaja, y aunque el Perú mantiene sólidos fundamentos macroeconómicos, el balance de riesgo registra alta incertidumbre por inestabilidad política, lo cual elevaría los costos de financiamiento para el gobierno, y, además, limitaría préstamos de largo plazo para el sector privado.

 

La calificadora de riesgos Moody’s, el 3 de setiembre de 2021 (dos meses después de asumir el corrupto Castillo), redujo, por primera vez en 20 años, su calificación de la deuda externa de los bonos del Perú a largo plazo y de la deuda local, de una calificación A3 estable a una perspectiva menor (Baa1), y el 31 de enero 2023 la redujo a negativa -Baa1, principalmente por el riesgo político y reducida capacidad de formulación de políticas del gobierno que afectan la confianza de los inversionistas ocasionando perspectivas crediticias negativas a mediano plazo.

 

Bajo este panorama, las calificaciones negativas de empresas calificadoras de riesgo debilitan los cimientos estructurales de perfil crediticio de nuestro país, el gobierno debería enfrentar los factores que más influyen en las bajas calificaciones de riesgo, además de nuestra débil situación económica por bajo crecimiento económico, elevada inflación, posible recesión, disminución del consumo, contracción de inversión privada por políticas populistas, bajos niveles de productividad, desempleo, pobreza, también afectan las tensiones políticas, problemas de gobernabilidad, deterioro de la fortaleza institucional, incapacidad para solucionar conflictos sociales, entre otros.

 

Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 22 de julio de 2023

  

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