Artículos de opinión de Alfredo Palacios Dongo

GRAVE PRONÓSTICO: EN DOS AÑOS HABRÍA SEQUÍA EN LIMA


El pasado día 19 (tres días antes del Día Mundial del Agua) Iván Lucich, presidente de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), manifestó que en Lima probablemente tengamos una sequía en los próximos dos años, añadiendo que la ciudad no va a tener agua potable por lo menos durante los próximos cinco años lo que podría implicar reducciones del servicio de entre seis y ocho horas diarias; esta situación se presenta por la falta de inversión de Sedapal en Mecanismos de Retribución por Servicios Ambientales (Merese) para conservación de fuentes de agua, principalmente la cuenca del Río Rímac y obras de cabeceras de cuenca. Cabe mencionar que hace una semana Sedapal tiene nuevo presidente y nuevos directores.

El Perú tiene 54 cuencas y 3 de ellas (Rímac Chillón y Lurín) proveen agua a Lima y Callao. El río Rímac como principal abastecedor (80%) recibe con déficit suministro hídrico de precipitaciones pluviales de zonas alto andinas (5,000 msnm), del deshielo de glaciares, de 19 lagunas embalsadas y de 3 represas (Yuracmayo, Huascacocha y Antacoto) con capacidad de almacenaje de 330 millones de m3 en época de lluvias (diciembre a marzo) para abastecer Lima en época de estiaje (abril a noviembre), pero se almacena mucho menos por escasez de lluvias en la sierra, el caudal del Rímac debe mantener 40 m3/s pero el medio anual es 26 m3/s obligando al uso de 350 pozos de acuíferos subterráneos cuyos volúmenes disminuyen gradualmente. Con dos o tres años de sequías en la sierra se produciría una grave sequía en Lima que afectaría a 10 millones de habitantes (para el 2040 serían 14 millones).

Bajo este panorama, según la Autoridad Nacional del Agua (ANA) Lima sufre de escasez severa de agua, además el millón de personas que no tienen red de agua pagan hasta 5 veces más por agua de camiones cisternas. Es urgente que el gobierno considere acciones para enfrentar graves situaciones, tales como, el crecimiento poblacional, la expansión urbana y los efectos del cambio climático sobre las reservas de agua; asimismo, es prioritario asignar mayores recursos para mejorar los servicios de agua con obras de almacenamiento (nuevas represas), saneamiento, tratamiento de aguas superficiales y residuales, sostenibilidad de los sistemas; y además, buscar otras fuentes de abastecimiento, descontaminar el río Rímac, e implementar una cultura de ahorro del agua y su valorización como recurso indispensable para la vida.

Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 30 de marzo de 2019


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