Artículos de opinión de Alfredo Palacios Dongo

¿PERÚ Y BOLIVIA SIN FRONTERA?

El pasado día 21 durante un almuerzo ofrecido por el presidente Boliviano Evo Morales al presidente electo del Perú, Ollanta Humala, por su visita a ese país, éste manifestó ante funcionarios y dirigentes afines a Morales: “sueño con la reunificación del Perú y Bolivia, sueño que en algún momento esa línea fronteriza desaparezca y volvamos a ser una misma nación”. Sin embargo, al día siguiente la vocera de su partido Gana Perú, Aída García, explicó que “no estamos planteando suspender la frontera de ninguna manera, son frases de cortesía, de afecto”, añadiendo que dichas declaraciones “deben entenderse en un contexto de integración a futuro, ya que venimos de un pasado donde no hubo fronteras”.

Se podría pensar que dichas frases son solo de cortesía y afecto, sin embargo resulta preocupante que en anterior oportunidad Ollanta Humala como candidato, en enero de 2006, hizo un ofrecimiento a Bolivia relacionado a nuestras fronteras y soberanía: “De llegar al gobierno yo voy a apoyar a Bolivia, tienen todo el litoral marítimo para que tengan su Marina de Guerra, sus almirantes. Los quiero ver en el Callao, en Paita, en Ilo, en Mollendo, porque para mí son hermanos, no puedo ni imaginar un conflicto con Bolivia”. Días después, tratando de explicar su desatino, indicó que sus declaraciones estuvieron motivadas por su "sueño de ver una América Latina unida".

La frontera Perú-Bolivia tiene una extensión de 1,047 kilómetros y está totalmente delimitada por dos tratados suscritos en los años 1902, 1909 y dos protocolos en 1925 y 1932. En el marco del desarrollo e integración fronterizos existen suficientes instituciones y representaciones, entre ellas, la dirección y el consejo nacional de desarrollo, las oficinas descentralizadas y comisiones multisectoriales de frontera, y asimismo, comisiones binacionales de coordinación política, cooperación e integración, comisiones ministeriales y comités ejecutivos; además, grupos de trabajo binacionales, juntas de administración y foros de facilitación y coordinación fronteriza, entre otros.

Bajo este panorama, las fronteras marcan nuestra soberanía y son producto de un proceso de consolidación de muchos años, forjada por el sentimiento de pertenencia de nuestra nación e identificable con el patriotismo. El gobierno representa dicha soberanía pero no es su titular, por lo tanto, más que “soñar” en la desaparición de las líneas fronterizas entre Perú y Bolivia, el próximo gobierno cuenta con todas las herramientas internacionales, bilaterales y jurídicas para mejorar el actual escenario de desarrollo e integración nacional y fronterizo entre ambos países, incrementando los proyectos de infraestructura, logrando mayores fuentes de cooperación, implementando programas integrales y fortaleciendo las capacidades de progreso y apoyo binacional.

Publicado en el diario EXPRESO, fecha 25 de junio de 2011

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