Artículos de opinión de Alfredo Palacios Dongo

DÍA MUNDIAL CONTRA EL TRABAJO INFANTIL: REFLEXIONES

El día 12 de junio se conmemora el “Día Mundial Contra el Trabajo Infantil”, fecha constituida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la cual debemos reflexionar sobre los peligros y penurias de los niños que trabajan, así como sobre las medidas que se deben tomar para velar por sus derechos que tienen para estudiar y para su seguridad, y como ayudar a erradicar este complejo fenómeno que trasciende los límites de la política y el mercado.

Previos a esta fecha han sido presentados informes y realizado conferencias a nivel mundial. Entre ellos, el pasado 4 de mayo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó su informe global “Incrementar la Lucha contra el Trabajo Infantil”, en el que además de recordarnos que en el mundo existen 215 millones de niños trabajadores, también expresa su preocupación por una alarmante cantidad de 115 millones que todavía se encuentran expuestos a trabajos peligrosos, una variable que con frecuencia se utiliza para referirse a las peores formas de trabajo infantil, y hace un llamado para revitalizar la acción mundial para erradicar esta práctica cuyos esfuerzos están perdiendo vigor hacia el objetivo de eliminarlos para el año 2016.

Del mismo modo, entre los días 10 y 11 de mayo se llevó a cabo la “Conferencia Mundial sobre Trabajo Infantil”, en la cual, se reitera la necesidad de luchar contra esta actividad, especialmente en sus formas más graves, tales como, el uso de niños en conflictos armados, en la industria sexual, o en actividades ilegales como el comercio de drogas.

Recordemos además que el 19 de noviembre próximo se conmemoran 10 años de la entrada en vigor de la Convención 182 de la OIT sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil, el cual dispone la adopción de medidas inmediatas y eficaces para conseguir la prohibición y eliminación de todas formas de esclavitud como venta y trata de niños, servidumbre y trabajo forzado u obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso de niños para utilizarlos en conflictos armados, prostitución o pornografía, para el tráfico de estupefacientes, o trabajos que dañen su salud, seguridad o moralidad.

Es importante resaltar que este es uno de los convenios de trabajo internacionales que tiene el mayor índice de ratificación, por 172 países, incluyendo al Perú que la ratificó el 10 de enero de 2002.

En el caso del Perú, según el informe “Perú: niños, niñas y adolescentes que trabajan, 1993-2008”, publicado el 2009 del Instituto Nacional de Estadística e informática (INEI) existen nada menos que 2’115,000 niños trabajadores entre 5 y 17 años, esto equivale a que 28 de cada 100 niños trabajan en el país para sobrevivir y pese a ello su ingreso promedio mensual asciende a S/.162 (alrededor de US$ 57).

Han tenido que dejar su educación, sus juegos e inocencia, e interrumpir su infancia para conseguir que comer. Cabe señalar que en el Perú un tema recurrente en torno al trabajo infantil es la pobreza. En los departamentos cuyos índices de pobreza son mayores como Huancavelica (82.1%), Puno (62.8%) y Huánuco (61.5%) presentan altos índices de trabajo infantil 63.7%, 59.9% y 58.5% respectivamente.

Además un gran porcentaje de ellos lo hacen en condiciones peligrosas para su integridad, en las que prevalecen la actividad minera informal en la extracción y procesamiento de minerales, en labores subterraneas, excavaciones o en lavadores y canteras; cobradores de combi; cargadores en los mercados; trabajos domésticos; pastoreo y trabajos agrícolas; reciclaje de basura; trabajo en ladrilleras clandestinas; y en casos extremos en prostitución, pornografía infantil o mendicidad, actividades criminales en la que personas mayores los explotan largas horas sin recibir pago alguno.

Según el Plan Nacional de Acción por la Infancia, para este año deberían estar eliminadas estas peores formas de trabajo infantil, sin embargo, las cifras aumentan. En el 2008 se propuso al Congreso constituir una Comisión Especial Multidisciplinaria para la erradicación del trabajo peligroso pero han pasado dos años y ni siquiera se ha debatido en el Pleno.

En este contexto, existe total concordancia en que las acciones para erradicar el trabajo infantil, además de la aplicación efectiva y fiscalización rigurosa del cumplimiento de las leyes que protegen a los niños, pasan por lograr que todos ellos tengan la oportunidad de recibir una adecuada salud, educación y alimentación; que se implementen sistemas de protección social para las familias de bajos recursos; asegurar que los adultos tengan trabajos dignos y productivos; así como reducir la pobreza; alcanzar la igualdad de genero; y considerar su erradicación entre las prioridades de los progamas de desarrollo nacional.

Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en SUITE 101, fecha 11 de junio de 2010


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