El jueves 28 se cumplieron cinco años de la presentación del controvertido y parcializado “Informe Final” de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), el cual fundamentalmente se concentró en lograr el juzgamiento de los miembros de las FF AA que combatieron a los delincuentes terroristas durante las dos últimas décadas, en cumplimiento del deber y en defensa de la Patria.
Para tal fin se valieron de injustos y recurrentes términos y generalizando las acciones, tales como: “las violaciones más graves a los DD HH por parte de agentes militares fueron ejecuciones extrajudiciales, desaparición forzada de personas, torturas tratos crueles, inhumanos o degradantes”, así como la “práctica extendida de violación sexual contra la mujer” (conclusión N° 46); la actuación de las FF AA involucró “prácticas generalizadas y/o sistemáticas de violaciones de los DD HH” (N° 55); la intervención militar produjo una “secuela de violaciones masivas de los DD HH” (N° 59); en el establecimiento de los Comandos Políticos-Militares y la intervención de las FF AA, se permitieron “numerosas violaciones de los DD HH de manera sistemática y/o generalizada” (N° 84).
Así, cuando piden “el justo castigo a los perpetradores y el consiguiente fin de la impunidad” (N° 168), se refieren al juzgamiento de los combatientes de las FF AA, a quienes denunciaron ante el ministerio público, pero no hicieron lo mismo con los terroristas de Sendero Luminoso –al que considera partido político– pese a que estos fueron los agresores, los que declararon la guerra e iniciaron las matanzas y la barbarie. A partir de este informe –a pesar de no ser vinculante (obligatorio)–, en agosto de 2006 ya eran dos mil militares y policías investigados o procesados por presuntos delitos de violación de DD HH, contabilizándose actualmente casi mil. Una reivindicación de justicia de la CVR claramente parcializada.
Otro de sus errores más criticados es que el número real de víctimas en las dos décadas fue exageradamente incrementado por el norteamericano Patrick Ball –especialmente contratado por la CVR– quien utilizando el Método de Estimación de Múltiples Sistemas –empleado normalmente en el campo ecológico para calcular poblaciones de peces en el océano o venados en bosques–, determinó que las víctimas fueron 69,200, contra las alrededor de 24,000 identificadas.
Aunque algunos ex integrantes de la CVR se empeñan en resaltar que reconocen a las FF AA por su desempeño en la recuperación de la paz, su ex presidente, Salomón Lerner, acaba de reiterar que éstas tuvieron una responsabilidad institucional en las violaciones de los DD HH, y que por esos hechos el Estado y las FF AA deben pedir disculpas al país.
A quien le correspondería hacerlo sería a la CVR, ya que en estos cinco años se ha confirmado que lejos de haber calmado y reconciliado a los peruanos, lo que ha logrado es ofuscar y crear una fuerte reacción contraria en la opinión pública, especialmente por la falta de una plural representación política e institucional de sus integrantes, su visión ideológica parcializada y su enfoque político de tendencia izquierdista, que poco ha contribuido a la pacificación y a la consolidación de la paz.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 30 de agosto de 2008
Para tal fin se valieron de injustos y recurrentes términos y generalizando las acciones, tales como: “las violaciones más graves a los DD HH por parte de agentes militares fueron ejecuciones extrajudiciales, desaparición forzada de personas, torturas tratos crueles, inhumanos o degradantes”, así como la “práctica extendida de violación sexual contra la mujer” (conclusión N° 46); la actuación de las FF AA involucró “prácticas generalizadas y/o sistemáticas de violaciones de los DD HH” (N° 55); la intervención militar produjo una “secuela de violaciones masivas de los DD HH” (N° 59); en el establecimiento de los Comandos Políticos-Militares y la intervención de las FF AA, se permitieron “numerosas violaciones de los DD HH de manera sistemática y/o generalizada” (N° 84).
Así, cuando piden “el justo castigo a los perpetradores y el consiguiente fin de la impunidad” (N° 168), se refieren al juzgamiento de los combatientes de las FF AA, a quienes denunciaron ante el ministerio público, pero no hicieron lo mismo con los terroristas de Sendero Luminoso –al que considera partido político– pese a que estos fueron los agresores, los que declararon la guerra e iniciaron las matanzas y la barbarie. A partir de este informe –a pesar de no ser vinculante (obligatorio)–, en agosto de 2006 ya eran dos mil militares y policías investigados o procesados por presuntos delitos de violación de DD HH, contabilizándose actualmente casi mil. Una reivindicación de justicia de la CVR claramente parcializada.
Otro de sus errores más criticados es que el número real de víctimas en las dos décadas fue exageradamente incrementado por el norteamericano Patrick Ball –especialmente contratado por la CVR– quien utilizando el Método de Estimación de Múltiples Sistemas –empleado normalmente en el campo ecológico para calcular poblaciones de peces en el océano o venados en bosques–, determinó que las víctimas fueron 69,200, contra las alrededor de 24,000 identificadas.
Aunque algunos ex integrantes de la CVR se empeñan en resaltar que reconocen a las FF AA por su desempeño en la recuperación de la paz, su ex presidente, Salomón Lerner, acaba de reiterar que éstas tuvieron una responsabilidad institucional en las violaciones de los DD HH, y que por esos hechos el Estado y las FF AA deben pedir disculpas al país.
A quien le correspondería hacerlo sería a la CVR, ya que en estos cinco años se ha confirmado que lejos de haber calmado y reconciliado a los peruanos, lo que ha logrado es ofuscar y crear una fuerte reacción contraria en la opinión pública, especialmente por la falta de una plural representación política e institucional de sus integrantes, su visión ideológica parcializada y su enfoque político de tendencia izquierdista, que poco ha contribuido a la pacificación y a la consolidación de la paz.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 30 de agosto de 2008