Artículos de opinión de Alfredo Palacios Dongo

¿ES POSIBLE UN CONSEJO SUDAMERICANO DE DEFENSA?

El día 5 de este mes, el ministro de Defensa del Brasil, Nelson Jobim, realizó una visita a nuestro país y se reunió con el presidente Alan García, el canciller y el ministro de Defensa, para darles a conocer la propuesta de creación de un Consejo Sudamericano de Defensa (CSD), cuyo objetivo es formular en el mediano, o tal vez largo plazo, una identidad sudamericana de defensa para que el continente sea fuerte, hecho que además abriría las puertas a los países de la región para que dejen de depender de potencias extranjeras en cuestión de la defensa.

Este proyecto será presentado formalmente por el presidente Lula da Silva el día 23 del presente, durante la cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR). Pero para anticipar sus alcances, el ministro Jobim, previamente ha realizado varias visitas: a EE UU –aclarando que no pidió permiso, sino solo informó a la Secretaría de Estado y al Consejo Nacional de seguridad–, a Venezuela, Surinam, Guyana, Colombia, Ecuador y seguidamente irá a Chile, Paraguay, Uruguay, Argentina y Bolivia.

Nuestra región enfrenta muchos desafíos de seguridad que nos afectan, tales como, seguridad fronteriza, resguardo de recursos naturales, narcotráfico, terrorismo, lavado de dinero, delincuencia organizada, fundamentalismo, pobreza, exclusión, ecología, medio ambiente, vacío geopolítico, entre otros. En este panorama, en concordancia con esta propuesta, considero que existe una innegable necesidad en Sudamérica de buscar y concretar una agenda común de seguridad para enfrentar conjuntamente estos desafíos.

Sin embargo, en el aspecto geopolítico, Brasil ha lanzado esta propuesta de la mano con su pretensión de ser miembro del Consejo de Seguridad de la ONU; con cambios profundos de su estrategia militar y reorganización de sus FF AA; con el proyecto de construcción de su primer submarino nuclear; y, asimismo, con respaldo militar para construir una bomba atómica. Igualmente, en el aspecto político, dicho proyecto acarrea el equivocado y desacertado protagonismo ideológico del presidente venezolano Hugo Chávez, al advertir a las autoridades brasileras que existe un “incremento de amenazas” externas para la región, “con alguna gente jugando a eso en EE UU”, forzando a que el CSD esté funcionando antes de fin de año.

Por otro lado, lamentablemente en Sudamérica los puntos de fricción parecen superar a los de concordia. Existen conflictos entre Chile y Perú por la demanda marítima peruana en La Haya; entre Ecuador con Colombia y Venezuela, por la reciente intervención militar colombiana en territorio ecuatoriano; entre Argentina y Uruguay por una planta fronteriza de celulosa. Además, Chile y Venezuela, los mayores compradores de armas en la región, ocasionan desequilibrios estratégicos militares, y asimismo, existen marcados desequilibrios de recursos energéticos e hídricos.

En este contexto, a pesar que se presenta un camino muy complicado y difícil que recorrer para la creación de un organismo sudamericano integrador, la propuesta debería enfatizar el fortalecimiento de las democracias, la integración económica y social y la defensa regional contra las amenazas a la paz y los conflictos internacionales.

Publicado en el diario EXPRESO, fecha 10 de mayo de 2008

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