Artículos de opinión de Alfredo Palacios Dongo

PUERTO DEL CALLAO Y ENVENENAMIENTO POR PLOMO

El día 7 de este mes la Dirección de Salud Ambiental del Ministerio de Salud (Digesa) alertó que más de 1,430 niños de diferentes asentamientos humanos de las zonas aledañas al Puerto del Callao están contaminados por inhalación de partículas de plomo, tienen altas concentraciones de este mineral en la sangre, y más del 50% de ellos bordean los 20 microgramos por decilitro (mg/dl), el doble del límite permisible de 10 mg/dl establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según esta organización, el plomo en la sangre es un elemento tóxico de efecto acumulativo que interfiere con el funcionamiento del organismo, el desarrollo cerebral, las capacidades intelectuales y afecta severamente el sistema nervioso, especialmente de los niños. Se distribuye a los tejidos blandos (sangre, hígado, pulmones, riñones y médula ósea) y luego a los huesos.

Desde hace casi 10 años Digesa viene dando cuenta de estos elevados niveles, habiéndose inclusive registrado cifras de entre 40 y 90 mg/dl (4 a 9 veces mayor al límite permisible) que ocasionan intoxicaciones crónicas, crecimiento retardado e intensos dolores de huesos.

Esta antigua y desmedida contaminación que envenena de plomo la sangre, principalmente de la población infantil, ha generado continuamente reclamos, marchas, plantones, juicios, emergencias ambientales, etc., sin embargo, de manera inexplicable, tanto el ministerio de Transportes y Comunicaciones así como las instituciones responsables –la Autoridad Portuaria Nacional (APN) y la Empresa Nacional de Puertos (Enapu)– no han resuelto hasta la fecha el inadecuado traslado del mineral que genera esta grave contaminación.

Este proceso se inicia con el transporte del mineral a través de gran cantidad de camiones, desde los depósitos de almacenamiento ubicados fuera del terminal –pertenecientes a empresas privadas– hasta el muelle 5 donde es descargado desde sus tolvas a la losa de los amarraderos 5C, 5D y 5E. Luego, mediante cargadores frontales, el mineral se coloca en fajas totalmente abiertas para su embarque en las bodegas de los buques. A través de este procedimiento se exportan anualmente 2 millones de TM de minerales.

Debido a que no existe un sistema de transporte y embarque hermético, este movimiento del mineral, obviamente, genera una descomunal cantidad de polvo que el viento desplaza a grandes distancias contaminando extensas áreas de los asentamientos humanos.

En este contexto, es de urgente necesidad la solución integral y definitiva de este proceso, debiéndose definir, entre la construcción de una faja transportadora hermética en el Callao para el transporte del mineral directamente desde los depósitos hasta los buques –cuyo proyecto tiene 6 años sin concretarse– o lo que sería más adecuado, la construcción de un terminal fuera del Callao en una zona inhabitada –existe una propuesta para que sea en Ventanilla– con el fin de solucionar en el más breve plazo el grave problema de contaminación en el Callao.

Publicado en el diario EXPRESO, fecha 14 de julio de 2007

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