
Pocos meses después, en noviembre de 2001, la Marina, que asumió esta tarea con gran responsabilidad y profesionalismo, trató de ser desprestigiada cuando José Luis Echaíz, un sujeto de cuestionables antecedentes, avalado por la presencia de los ex-ministros Fernando Olivera, David Waisman y Fernando Rospigliosi, sin ninguna prueba, denunció que había ingresado en dos oportunidades en la maletera de un auto a la Base Naval entrevistándose con el interno Montesinos. Esta falsa denuncia, fue archivada el 9 de abril de 2002 por el titular de la 2da. Fiscalía Anticorrupción, por no existir indicios ni pruebas.
En este contexto, el 15 de diciembre de 2004 comenzó a funcionar el penal de máxima seguridad de Piedras Gordas en Ancón, en el cual se ha invertido más de US$ 11 millones. Ha sido diseñado para 1,000 internos (actualmente hay menos de 300), con muros inexpugnables, láminas de acero en los pisos que impiden hacer túneles y cuenta con todas las aplicaciones tecnológicas de seguridad como circuitos cerrados de televisión, sistemas de control de apertura de puertas en sus 10 pabellones, cabinas de control en cada pabellón e intercomunicadores, entre otros.
Los 5 internos por terrorismo y el procesado Montesinos Torres deben ser trasladados del CEREC al penal de Piedras Gordas por los siguientes motivos: 1) No es función de la Marina custodiar terroristas ni delincuentes y ya viene cumpliendo esta tarea por 13 años. 2) Actualmente ya existe el penal de máxima seguridad Piedras Gordas, el cual, según el mismo INPE, es una de las cárceles más modernas y seguras de Sudamérica. 3) En noviembre de 2004 la cabecilla terrorista Elena Iparraguirre fue trasladada del CEREC al penal de mujeres de Chorrillos y, 4) En diciembre de 2004 fueron internados en el penal de Piedras Gordas 82 presos de alto riesgo pertenecientes a bandas organizadas y acusados por terrorismo, incluyendo a peligrosos cabecillas terroristas como Osmán Morote y Gullermo Cox.
Por lo expuesto, es contraproducente que siga funcionando un penal para terroristas y delincuentes dentro de una Base Naval que alberga 52 unidades y dependencias y más de 12,000 efectivos de la Marina de Guerra.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 16 de marzo de 2006