Artículos de opinión de Alfredo Palacios Dongo

LA DELIMITACIÓN MARÍTIMA CON CHILE Y NUESTRA DIGNIDAD NACIONAL

En su editorial del día 8 de mayo, el diario El Mercurio de Chile se refiere al sostenido retroceso de las relaciones bilaterales de Chile y Perú a raíz de los últimos acontecimientos (el video de LAN, el voto en blanco para el representante chileno a la OEA, la postergación de las reuniones entre Cancilleres y altos mandos de las FFAA) y considera que los episodios más graves que han afectado la relación es la reactivación, por parte del Perú, del caso de la venta de municiones a Ecuador en 1995 y el replanteo del límite marítimo, asuntos que, según este diario, se entendían superados hace largos años. Este, realmente, es el verdadero sentir de los chilenos, en especial, en el caso de la delimitación marítima, el cual lo consideran inexistente, concluido, zanjado o superado.

Por otro lado, en el Perú, debido a la propuesta de restringir por razones de seguridad nacional las inversiones de países limítrofes en las concesiones de nuestros puertos, la mayoría de analistas políticos, empresarios y actores políticos del país, con muy pocas excepciones, se han manifestado solamente en relación al aspecto económico financiero, aduciendo que necesitamos de los países vecinos para que sean socios en el desarrollo y que sus capitales deben ser bienvenidos. En este sentido, aunque sabemos que existe un estrechamiento en las relaciones comerciales con Chile, tenemos que comprender que nuestro país debe desarrollarse, viendo nuestro futuro en base a un plan estratégico para nuestra seguridad y defensa nacional; asimismo, debemos analizar la actitud de Chile de no querer asumir la existencia de una coyuntura histórica que permita mejorar nuestras relaciones.

Tenemos que ser concientes que nuestra dignidad nacional debe estar por encima de cualquier otra consideración y aunque nos veamos obligados a buscar otros mercados y capitales para conseguir la inversión extranjera que tanto requerimos, no debemos permitir, de ninguna manera, la forma prepotente, soberbia y arrogante como trata el Estado chileno el asunto de la delimitación marítima con nuestro país.

El tema no es nuevo, por lo tanto, es pertinente recordar que desde el año 1954 (hace más de 50 años), sin existir ningún tratado específico sobre nuestra delimitación marítima, como lo demanda el derecho internacional y las relaciones internacionales, Chile, aplicando unilateralmente la demarcación de sus aguas territoriales, ha trazado oficialmente sus límites fronterizos con Perú en todas sus cartas náuticas sobre la base del paralelo geográfico 18º 21' 03" incluyendo una línea divisoria con el término “frontera marítima”. Esta situación, que es arbitraria e inequitativa, perjudica al Perú ocasionando que los chilenos usufructúen más de 35,000 Km2 de nuestro territorio marítimo donde existen millones de toneladas de biomasa pesquera y de riquezas naturales.

El Estado chileno no ha tenido ni tiene la más mínima intención de aceptar que entre ambos países existe un problema pendiente y delicado que produce esta permanente tensión. Cabe recordar que en el mes de julio del 2004, a través de una nota diplomática, la Cancillería peruana solicitó formalmente al gobierno chileno iniciar las negociaciones bilaterales para concluir la delimitación marítima, lo cual fue rechazado de inmediato por la Cancillería chilena.

En este contexto, mientras Chile mantenga esta intransigente y arrogante posición, será imposible lograr una relación bilateral de amistad y cooperación entre ambos países y, por lo tanto, mientras persista esta problemática, no deberíamos permitir que capitales chilenos accedan a la concesión de nuestros puertos por ser inadecuado e inconveniente para nuestra seguridad e intereses nacionales y asimismo porque afecta nuestra dignidad como país.

Publicado en el diario EXPRESO, fecha 15 de mayo de 2005

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