En su discurso de 28 de julio la presidente
Boluarte, al tratar el tema del subsector hidrocarburos lo título como “Fortalecimiento
de Petroperú”, afirmando: “Es la primera y única empresa del Estado del
subsector hidrocarburos, que tiene como objetivo estratégico abastecer al
mercado nacional de forma eficiente, oportuna y competitiva”; al respecto, este
objetivo estratégico claramente no lo cumple Petroperú, su abastecimiento al
2024 de 40,631 barriles de petróleo diarios (bpd), está muy alejado de los
300,000 bpd requeridos a nivel nacional, obligándonos a importar el resto.
En este contexto, Petroperú,
a cargo de la Refinería de Talara, opera un “elefante blanco”, cuya carísima
modernización (US$6,000 millones) aseguraba elevar la producción de 65,000 a
95,000 bdp, lo cual no ocurre. Además, por mala gestión, el Lote petrolero 192
en Loreto, el más grande del país, se encuentra paralizado hace 5 años, con
enormes pérdidas (reserva 127 millones de barriles y producción 12,000 bdp), igualmente
el Lote 64 está paralizado por no encontrar socio (producción 10,000 bpd), y
los contratos de exploración han caído a su nivel más bajo en más de 30 años. La
operación del oleoducto Norperuano es limitadísima y calificada por Petroperú como
“activo crítico para el abastecimiento energético del país”.
Además, la presidente
en su discurso refirió: “Se ejecutan acciones de reestructuración,
liquidez y austeridad, con el fin de transformar gradualmente la gestión
institucional, cumplir los compromisos financieros, diversificar los mercados y
generar valor para el Perú”; sin embargo, su mal manejo y gestión administrativa,
económica y financiera, no logra estándares de gestión y gobierno corporativo
requeridos, y menos, de ser austera (burocracia, altos sueldos, activos
improductivos), ni mejorar su liquidez y cumplir sus compromisos financieros,
según IPE, en los últimos 13 años Petroperú ha recibido US$6,500 millones de
apoyo financiero, además, en 2024 presenta pérdidas por US$742 millones y el
primer trimestre 2025 por US$111 millones, y mantiene una deuda al Estado de
US$2,500 millones, aun así, el MEF, Pérez Reyes, ha iniciado un benevolente
proceso de reprogramación de US$1,000 millones de su deuda hasta 2028 denominándola
trivialmente “reperfilamiento de pasivos”.
Bajo este panorama, fue
una contradicción la connotación positiva a Petroperú de la presidente en su
discurso: “se avizora un horizonte promisorio para la empresa”, el mismo
MEF la desmintió al día siguiente durante una entrevista al manifestar “está en
una situación bastante crítica” y venderla ahora, sería regalarla, debiéndose
mejorar su valor para trasladar parte importante del accionariado y que tenga
capacidad de controlar su gestión. Tarea muy complicada si consideramos las
malas calificaciones crediticias y financieras de las principales empresas
calificadoras de riesgo (S&P, Moody’s y Fitch) por su mala situación, lo
cual afecta su capacidad para emitir deuda y operar en el mercado.
Artículo
de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 2 de agosto de
2025