Desde
Sacsayhuamán, Cusco, el 3 de octubre 2021, el comunista Castillo, junto con el
ex premier Bellido y el ex ministro de agricultura Maita, anunció oficialmente una
“segunda reforma agraria” para impulsar el agro poniendo el Estado al servicio
de los agricultores y acabar con la explotación y desigualdad que sostiene
(según dijo, sin expropiar tierras ni quitar derechos de propiedad de nadie).
El ex premier Bellido, con radical discurso en quechua instó al Congreso a no
poner trabas al proyecto de ley que presenten, pero increíblemente, ahora asegura
que en dicha ceremonia advirtió a Castillo que sin presupuesto esta segunda
reforma no va a tener resultados, y, además, recién ahora dice que esta reforma
no existe en el ideario de Perú Libre.
Han pasado casi 10
meses, fueron cambiados 5 ministros de agricultura, y sobre la segunda reforma
agraria este gobierno comunista no tiene ningún resultado positivo ni concreto
que mostrar, solo tiene normativas incumplidas, en setiembre 2021 crearon un
grupo de trabajo sectorial para desarrollo del agro y riego (RM-0274-2021), en
octubre, oficializaron las bases de esta reforma agraria (DS-164-2021), en
noviembre aprobaron sus 5 lineamientos (DS-022-2021), y, en enero 2022 crearon 3
entidades para implementarla, pero increíblemente no han sido activadas:
un grupo de trabajo sectorial (RM-0274-2021), un consejo nacional (DS-001-2022),
y un gabinete de desarrollo agrario y rural encabezado por el presidente e
integrada por 25 miembros entre ministros y representantes de organizaciones
agrícolas (DS-002-2022).
Además, no existe un cronograma
sobre plazos ni detalles de presupuestos de inversión de los 5 lineamientos que
ofrecen demagógicamente apoyo a la agricultura familiar, impulso e industrialización
del agro, transformación productiva del campo, seguridad hídrica,
infraestructura de riego planificado, innovación tecnológica, servicios,
fomento agrario y forestal, entre otros, sin embargo, no tienen asignación de presupuesto,
sino que utilizarán recursos públicos en el marco de las leyes anuales del Presupuesto
General de la República, lo que hace prácticamente imposible su desarrollo.
Bajo este panorama, la
segunda reforma agraria, bandera principal de este gobierno comunista marxista
leninista parece extinguirse, es demagógica porque no atiende los problemas
estructurales del campo, es populista porque predomina el proteccionismo y medidas
arancelarias que desincentivan la competencia y ocasionarán incremento de
precios, y es falaz porque ni siquiera han presentado un proyecto de ley al Congreso
para su debate, por el contrario, el Parlamento ha aprobado 10 leyes para
mejorar el sector agrario que el gobierno no implementa ni ejecuta hasta la
fecha por falta de voluntad política, como la creación de represas,
funcionamiento del Secigra agrario, apoyo financiero para productores, entre
otras.
Artículo
de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 23 de julio de
2022