La
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura
(Unesco), según informaciones periodísticas, en julio pasado remitió al
Gobierno un documento solicitando información sobre los impactos que produciría
la operación del aeropuerto de Chinchero sobre el Valle Sagrado de los Incas y
principalmente sobre Machu Picchu. El ministro de Cultura, Luis Castillo, el
pasado día 18 en una entrevista periodística manifestó que la Unesco ha venido
cuestionando la gobernanza del pueblo de Machu Picchu (ex aguas calientes) por
aglomeración urbana, acumulación de residuos sólidos y residuos líquidos
arrojados al río, además, sobre la capacidad de carga de turistas en Machu
Picchu, asimismo explicó que esta organización ha advertido al Gobierno su
preocupación por la ciudad del Cusco, el Qhapac Ñan y Machu Picchu por lo que
“estamos preparando las respuestas” aunque extrañamente dijo “es un
procedimiento muy complicado que requiere una serie de consultorías”.
El aeropuerto
de Chinchero será construido a 3,730 metros de altura (330 metros más alto
respecto al Cusco), el proceso del proyecto ha sido muy controvertido, en
febrero 2017 el ex presidente Kuczynski junto con el entonces ministro de
Transportes y actual presidente, Martín Vizcarra, y Mercedes Aráoz pusieron la
primera piedra, pero en mayo Vizcarra se vio forzado a renunciar por
irregularidades en una adenda del contrato, suspendiéndose la construcción, posteriormente,
en enero 2019 las excavadoras comenzaron a trabajar y actualmente el presidente
Vizcarra ha defendido con mucho ahínco este proyecto cuyas obras se iniciarían
el segundo semestre 2020, a pesar que muchos arqueólogos, antropólogos e
historiadores, firmantes en una lista de miles de personas, han pedido al
presidente que no se construya el aeropuerto en esta zona porque causaría daños
irreparables a la cultura del Perú y de la humanidad.
Bajo este
panorama, los mayores problemas que se avizoran son los graves impactos que se
podrían producir en el Valle Sagrado de los Incas y Machu Picchu por el sobrevuelo
de aviones de mayor tamaño y nivel de huellas de ruido (Boeing, Airbus), además especialistas han advertido
dificultades para operaciones aéreas en dicha zona; incremento de turistas a Machu Picchu, a pesar de las
restricciones de Unesco en 2018 ingresaron 1.5 millones, el doble de lo establecido; las grandes construcciones romperán completamente la tipología
del lugar y el paisaje inca; construcción
de nuevas vías de acceso al aeropuerto y
sobrepoblación y contaminación incontrolables en Chinchero y el Valle Sagrado
de los Incas.
Artículo de Alfredo
Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 24 de agosto de 2019